Internet es un medio que ha revolucionado el mundo entero, sin embargo como todo también cuenta con algunos inconvenientes, y uno de ellos es que existe un mayor riesgo de sufrir estafas que por cualquier otra vía. Los estafadores aprovechan cualquier oportunidad y son capaces de alcanzar sus objetivos a gran escala; por ello, es importante que antes de sentarte frente a tu computador tengas en cuenta algunos consejos que te ayudarán a evitar las estafas en Internet.
Publicidad engañosa
Muchos de los fraudes se ejecutan mediante dos métodos: publicidad encubierta y clasificada.
- Los anuncios clasificados tienen el mayor número de promociones engañosas. Estos anuncios pueden abogar por la pérdida de peso rápida y fácil, curas milagrosas o inusuales dispositivos médicos. Otros impulsan planes de inversión o de «oportunidades de negocio”.
- Los anuncios disfrazados son la segunda categoría y la más difícil de reconocer. Esta publicidad encubierta se encuentra en los tablones de anuncios y foros de discusión. Las personas que contribuyen al tablón de anuncios dejan vínculos a las empresas que venden productos o servicios relacionados con el tema de la cartelera de anuncios. Los foros de discusión o salas de chat son herramientas que utilizan algunos estafadores, sin revelar sus verdaderos intereses. Estos anuncios no pueden ser obvios, pero pueden parecer una discusión objetiva y abierta. Sin embargo, los fraudes cibernéticos no se detienen ahí.
Subastas web
Las subastas se encuentran en el top ten de las estafas en Internet. Si estás buscando un objeto de colección único o un pasaje de avión barato, las subastas en línea pueden afectarte. Pero antes de hacer una ciber-oferta, ten en cuenta cómo algunas casas de subastas en línea trabajan. Al igual que una subasta tradicional, la puja más alta gana, ahí es donde termina la similitud. Debido a que una casa de subastas en línea no tiene la mercancía, el mejor postor trata directamente con el vendedor para completar la venta.
Si eres el mejor postor, el vendedor normalmente se contacta contigo por correo electrónico para arreglar los pagos y la entrega del producto. La mayoría de los vendedores aceptan tarjetas de crédito o utilizan un servicio de terceros para manejar todo el proceso. Ten especial cuidado, sin embargo, si el vendedor te pide que pagues con depósito o transferencia. Algunos vendedores han puesto en línea artículos para la subasta, tomando el dinero del mejor postor y nunca entregaron la mercancía. No importa si es MercadoLibre, OLX o eBay. Hasta los sitios de subastas más populares tienen recomendaciones y cuidados que debes seguir para protegerte del fraude y conseguir una transacción segura.
Inversiones online
El fraude de las inversiones en línea viene en muchas formas y tamaños. Una categoría dirigida a los mayores son los llamados “primer banco de inversión”. Las personas mayores que dependen de intereses y dividendos son vulnerables a los estafadores, quienes prometen ganancias del 20 por ciento hasta 200 por ciento o más al año.
Trabajar desde casa
Las promesas de un camino seguro a la riqueza a través de esquemas de trabajo en el hogar son frecuentes en Internet. La estafa más común de este tipo promete que ganarás dinero rellenando sobres, redactando informes o de cualquier otra manera.
Normalmente, la estafa ocurre de la siguiente manera: decides que lo quieres hacer y te apuntas. Entonces, en lugar de recibir en tu casa los materiales para comenzar a trabajar, recibes una carta promocional de los estafadores pidiéndote que te registres enviando una cierta cantidad de dinero, un dinero que te roban. Peor aún con las artesanías y manualidades, pues te dicen que la calidad de tu trabajo no está a la altura de sus estándares y no te pagan.
Para cerrar, como con cualquier negocio; ten cuidado con las ofertas en Internet y sé muy selectivo sobre el uso de tu tarjeta de crédito. Lo mejor que puedes hacer es investigar si el negocio es conocido, encontrar opiniones de otros clientes y, en definitiva, como siempre decimos usa tu sentido común generalmente si algo es muy bonito para ser real, generalmente no lo es.
